Mientras tenga sangre corriendo dentro mió buscare incansablemente la forma de pintar cada huella que conforme mi camino, de alumbrar cada pececito que nade en los océanos de mi alma, de mi cuerpo.
Plantare la semilla que soy, capas de dar fruto a los pichones que quieren ser golondrinas, a los arroyos que sueñan llegar a mar.
De alumbrarte a vos, de contagiarte mi locura de música flotando a cada instante, de amor galopando energizante, del verde bajo mis pies y el azul del sur sobre mi cabeza. Salvarme, para salvarte.
Estallar en carcajadas hasta revolcarnos en colores, para que sueñes lo imposible con los ojos bien abiertos, pues solo de esa forma podría concretarse el impensado sueño. Y poque impensado? No les creas una palabra mas.
Te invito a viajar por la verdad, por la simpleza, por la sensación pura del viento revolviendo invisiblemente tu pelo, erizando sutilmente tu piel.
Te invito y te invitare cada día sin cansarme, hasta que salgas de la cama.
Es que nunca puede uno saber de que instante a otro armas tus valijas y aceptas el pasaje, remontas el barrilete de todos tus deseos,,, nunca puede uno saber hasta que punto aguantaras esos guantes de goma en tus manos, esa bolsa de madera conteniendo tu cabeza.
Mientras estoy en la sala de espera, entre el cielo y la tierra, tengo mucho que aprender aún.
Intento abrir todas mis rejas y te impulso a abrir las tuyas. Nunca nunca jamás es tarde para forjar esa llave, el tiempo viaja con nosotros, esta de nuestro lado así que no intentes tomar carrera, suave ven junto a mí, abraza mi corazón que yo sin duda abrazare el tuyo y soplare fuerte las nubes de tu cabeza.
Y es así que día a día me encuentro buscando, buscándome... Buscándote, para que juntos compartamos el fuego que encienda todas las velas de la ciudad.
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