Humedos percivo los arboles, exparciendo, dispersando al moverse tanta paz.
Tierras nuevas que de lejos, atravesando los espejos, deberemos transitar.
Si abruman los ocasos interiores a callarlos con acciones.
Convinan los colores con un mar de sensaciones. Con nobleza que atraviesa el anehlo interrumpido por cemento y ladrillos.
Viajamos andando, no siendo guiados. Viajamos llegando a la espuma del encanto.
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